La gente joven

La juventud es la etapa que se encuentra entre la infancia y la edad adulta, según la ONU abarca el rango de edad entre los 10 y los 24 años. Normalmente se habla de ella como si fuese un grupo homogéneo, pero lo cierto es que hay de todo. El divertirse, el pasarlo bien,  está arriba en la lista de prioridades de una persona joven y en estos tiempos tenemos muchas facilidades para lograrlo viviendo en España, que está entre los principales destinos para jóvenes en busca de diversión. También ayuda la explosión tecnológica de estos últimos años, que ha hecho que todo el mundo posea como mínimo un teléfono móvil, con el que a través de las redes sociales estás conectado a todo el mundo.

Nos gusta que nos lo den todo hecho, las responsabilidades son cosa del último día. Esta es la época de equivocarse, de ir de error en error porque no hay mejor forma de aprender. Es el momento de tomar diferentes caminos, de caer y levantarse, es tiempo de reír, de cabrearse con todo el mundo y volver a reconciliarse. Es la etapa de encontrarnos a nosotros mismos, de no dejar de probar cosas nuevas para descubrir cuáles nos gustan, cuáles repetiremos hasta aborrecerlas y cuáles no volveremos a probar.

Es también una etapa delicada, la falta de personalidad es un problema para muchos jóvenes porque no piensan como ellos mismos, sino como la mayoría por miedo a quedar excluidos. Sé de mucha gente que ha entrado en el mundo de la droga o del vandalismo por encajar en el grupo, por ser populares, sin saber que puede llegar el momento en el que no puedan salir. Es algo imprescindible para todo el mundo y en especial en esta edad el pensar por uno mismo. Pienso que de alguna manera entre padres y profesores esta idea debe ser inculcada desde edad temprana.

Por otro lado, he llegado a la conclusión de que a los jóvenes de hoy en día les incomoda pensar, al tenerlo todo hecho no es algo que “les haga falta”, la mayoría prefiere ver una peli que leer un libro porque no requiere esfuerzo y resulta entretenido. La busca de la diversión es la meta de la mayoría de jóvenes. Pienso que eso es algo importante pero no debe ser lo único. Es necesario salir a pasarlo bien con los amigos pero también es necesario estudiar. Como dice siempre mi padre, hay tiempo para todo, pero hay que saber organizarse. Tener unos límites claros y saber siempre las consecuencias de tus actos pienso que es imprescindible para disfrutar de la mejor etapa de nuestra vida y a la vez realizarse como persona para ser alguien el día de mañana.