Creo que todos coincidiremos en que la gente en
general no se caracteriza por vivir en paz. Todo el mundo está agobiado,
nervioso, estresado, todos van pensando en
millones de cosas que tienen o quieren hacer. Pienso que eso es un
impedimento que te hace la vida más engorrosa y difícil de llevar cuando es
totalmente el contrario el fin de vivir. La vida es un regalo que tenemos que
aprovechar, vivir y dejar vivir. Tomarse las cosas con buen humor es esencial
para vivir una vida plena puesto que la sonrisa es medicina para todos los males.
La sociedad actual está contaminada por el stress.
El estado de stress es protagonista en la vida de la mayoría de las personas y
de esa manera es difícil ser feliz. Se dice que el stress suele provenir del
trabajo, los estudios. Mientras leía el libro “invitación a pensar” de nuestro
profesor Jaime Nubiola cuando habla sobre el agobio diciendo << quienes se lamentan de esta agobiados
lo están, de ordinario, porque tienen su atención desparramada en varias
actividades simultáneas, en lugar de concentrarse en una sola>>. Y he
podido comprobar que es la pura verdad. Pienso que es más habitual en mujeres,
que no paran en ningún momento de pensar en todo a la vez, y hablando con
alguna ver que le es imposible el estar un momento sin pensar en nada. A mí me
encanta tumbarme a mirar el paisaje sin pensar en nada, solo viviendo el
momento.
Algo imprescindible, pienso, para lograr vivir en
paz es el deporte. El deporte ayuda a descansar la mente, mientras estás
jugando un partido de pádel por ejemplo tienes que estar con los cinco
sentidos, saber dónde tienes que estar, cómo devolver la pelota y a dónde. Esto
ocupa por completo la mente y además el deporte reduce el stress y ayuda a
dormir mejor, otro requisito para disfrutar del día y poder llevarlo con buen humor.
El stress sin ponerle solución puede llevar a
depresión, que aun habiendo medicamentos que la combaten sigue siendo una de
las causas de suicidio hoy en día. El suicidio es un tema delicado. No hace
mucho un amigo de mis padres, al que conocía desde pequeño junto con su
familia, se suicidó utilizando una escopeta. Al recibir la noticia no me lo
podía creer, había sido siempre un hombre gracioso y trabajador aunque con un
pronto algo brusco. Al principio sentí pena por él, después un profundo cabreo,
por haber sido un cobarde. Ha dejado a dos buenos amigos míos sin padre y a su
mujer viuda por egoísmo, porque no me puedo explicar su acto si hubiera pensado
algo en su familia.
Estoy en parte de acuerdo con Ludwig cuando dice que
la vida es una obligación, una tarea que nos ha sido impuesta. Más que una
tarea pienso que es un regalo. Vivir es todo y la mejor forma de hacerlo es
siendo feliz, ayudar a los demás es un paso importante para llegar a serlo y
estar de buen humor ayuda a ayudar.